¿Quién diría que el COVID-19 llegaría para cambiarnos la vida?
En noviembre del 2019 mi amiga Rosa D. Cruz, que la seguiré mencionado como “Rosita” en el resto de la nota, planificó un viaje de una semana a New York City. En mi caso salir de viaje me genera un poco de ansiedad y existen quienes no comprenden lo siguiente; que me gusta trabajar y puedo postergar muchas cosas entre eso está viajar. A diferencia de quienes aman viajar, estar en un aeropuerto entre otras cosas yo lo dejo para después o que mi amiga lo organice.
Ahora, ¿Qué es lo que no me gusta de viajar?
1. Organizar las cosas del trabajo las cuales parecen ser infinitamente interminables.
2. Preparar la maleta, ya que soy de las que organizo qué me quiero poner según el lugar al que voy a ir. No logro minimizar ciertas cosas y creo que me faltará algo, así que soy pésima preparando la maleta.
3. Por último y no menos importante la razón mas crucial es que me genera mucha preocupación el momento del checkpoint por varias razones. Tales como, que me quiten un artículo, que algo no tenga las medidas de viaje, que luego no voy a poder comprar ese artículo; sin dejar de mencionar el idioma y que me quede ahí mirando o llorando porque no entendí. En fin, yo disfruto cuando llego al lugar hasta el día de regreso y vuelve la agonía del aeropuerto.
Esta bien si te encanta viajar y está muy bien si no quieres hacerlo. Cada persona elije sus viajes, aventuras, road trip, camping, estadías de fines de semanas entre otras, cuando desee y se sienta listo para hacerlo. A mi me ayuda que mi amiga Rosita los organice. Jajaja, de hecho, tenemos un chat con unos amigos que es justo para eso.
También, nos encontramos con dos amigos que amo. En primer lugar fuimos con Andrés López, actor, director, improvisador al cual admiramos y hablamos un rato. Después, fuimos a ver a mi amiga Luz García en el Bronx. Ella es una amiga muy especial que conocí en el trabajo y me daba “pon” cuando yo no tenía carro ni sabía guiar. La admiro por la pasión con la que ayuda a otros, es amante del baile, el ballet, las manualidades, realmente nuestras conversaciones son geniales y llevábamos más de 10 años sin vernos. Llegar a una ciudad tan grande para conocer lugares extraordinarios y encontrarte con gente que amas y admiras es super genial.
Pasó el tiempo y Rosita volvió a organizar un segundo viaje a NYC en agosto de 2021 con tres amigas más y mis fotos sin compartir ahora se juntaron con otras… Y ya se podrán imaginar que, si viajar es un reto para mi, hacerlo en pleno COVID-19 fue casi aterrador. Todas estamos vacunadas, cada una tenía sus propias medidas de seguridad. El antibacterial y las mascarillas adicionales ocupaban su lugar en nuestros bultos. A pesar de esto estábamos confiadas de que estaríamos bien y no nos daría Covid-19.
En esta visita fuimos a The Friends Experience, el Empire State Building, el Museum of Ice Cream (mi favorito), el Brooklyn Bridge y le llegamos al Jardín Flotante: Little Island y no había boleto. Llegamos al Vessel, pero nuevamente lo acababan de cerrar. También fuimos al The Edge, al American Museum of National History, por supuesto el maravilloso Central Park. No podía faltar caminar y caminar por Times Square. Tengo que decir que fuimos a muchos más lugares. En este viaje si comimos las pizzas de 99 centavos.
Quiero decirles que durante las próximas semanas compartiré todas las fotos porque si, porque no sé si serán las últimas de algún viaje, si el COVID-19 desaparecerá, si me acostumbraré a las fotos con mascarillas o “quítensela, no respiren, foto, pónganse las mascarillas”. Jajaja esto es irreal y la misma vez real. No hay palabras para describir cómo intentamos hacer lo cotidiano desde la súper protección que se requiere.
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by Sonia Ilemar